Arrojada al vacío
Nubes blancas en el cielo,
decoran la esfera celeste.
La brisa juega en el viento,
y alegre vuela, flota y cae.
Mientras que vuela, sonríe.
A ojos cerrados y brazos abiertos.
Inhala hasta llenarse,
a reventar de aire fresco.
Despierta sonriendo ahí,
en donde está,
anclada al suelo.