Colores
Cuando era más joven, no había muchos celulares, y los smartphones solo se vislumbraban en películas de ciencia ficción.
Recuerdo la época de las cartitas, me gustaba hacerlas. Para mis amigos y para mis romances.
Les ponía muchos colorcitos y detallaba en el papel con mucha paciencia cuanto detalle, adorno y dibujitos se me ocurrían.
También la lirica era importante, pero la creatividad del diseño era el plato principal.
Incluso había maneras elegantes y elaboradas de doblarlas, ya fuera para luego meterlas en un sobre o ensimismandolas hasta hacer del cuerpo de la carta el mismísimo contenedor.
Al día de hoy, que regreso a meditarlo, esas muestras de arte ya deben de pertenecer a la basura, junto con otras muchas horas de trabajo de otras personas.
Eso no me causa tristeza, es normal... Todo tiene un ciclo.
De hecho, recordarlo me saca una sonrisa. Lo único es que mi memoria ya no recuerda más detalles que el mero esbozo que acabo de describir.
Pero aún así aquí estoy. Siendo yo y siendo mi arte... que olvidada y caduca refulge.