Deseos que no hacen milagros
Devastación, un huracán a mi espalda.
Palabras vanas, fútiles. Escenarios que nunca existieron ni existirán.
Tu mirada, inamovible... que no pude sostener ni un segundo y que, sin embargo, en mi memoria vivirá para siempre.
Quisiera que no sufrieras... nunca.
Decirte... que bien que te haces el fuerte... y mira a donde te ha llevado.
Deja ya ésa arrogancia, y abrázame... que se ha consumido la hoguera en éste invierno de mi alma.