Catáestrofa

Inrutinario

Salté en regocijo al ver tu mensaje.

Siempre revisaba el correo electrónico con la esperanza de que escribieras, era una parte de mi rutina.

Siempre expectante, pero hasta cierto punto, resignada.

Abrí el mensaje, y en la lectura, te sentí tal cual recuerdo.

Majestuoso.