Pienso, por lo tanto, me amo
En el ejercicio del pensamiento y generación de ideas congruentes para expresarnos hay mucha magia.
Necesidad de validación, pero tambíen de autovaloración.
Nos validamos con nosotros mismos al aceptar que pensamos, y lo que pensamos
nos validamos al aceptar que reconocemos nuestro pensamiento
Y así, a veces pasado por alto, también por nosotros mismos, nuestra autoproyección, es un símbolo de amor.
Pienso, por lo tanto, me amo