Catáestrofa

Señorita Julia

Hoy me sentí incómoda durante la noche.

Como tú, escuché ruidos... esos pasos chiquitos, acompañados de chirriantes chillidos.

Gracias por confiarme tu historia. En su momento me incomodó... pero ahora, me lastima. Y como tú, sufro. Se podría decir que ahora sufro contigo.

Llevo también ya días sin dormir...

Como me contaste, parece que si pego el ojo los ruidos se intensifican. Además -y cosa que no me habías contado-, se siente una presencia muy pesada, como si me estuvieran vigilando... aquí... dentro del cuarto.

A diferencia tuya, yo no creo que sean ratas. Mis perros no dejan rata viva y ésta vez se encuentran agazapados en su casita. Cosa que solo ha servido para incrementar mi ansiedad.

Me gustaría poder comunicarme contigo para ver si has resuelto el problema. Yo seguiré buscando opciones, espero que pronto salgamos de ésta.

Una amiga me ha dicho que ponga flores de lavanda a lo largo de la periferia de la cama. Que con eso al menos estaré a salvo -dice ella-.

La verdad no creo que funcione, pero no me malinterpretes... Me gustan las flores... Solo que no creo que protegen mucho ante lo que sea que nos vigila en las sombras.